LA MADRE INTERIOR Y LA HERIDA MATERNA




¿QUÉ ES LA MADRE INTERIOR?

De pequeña siempre lloraba al leer El Patito Feo, lloraba porque sólo lo amaban cuando se convertía en cisne, lloraba diciendo que eso no era amor porque era condicional, y lloraba porque estaba solo, ¿dónde estaba la madre del Patito Feo cuando era maltratado, cuando él la necesitaba?

La madre interior es una construcción de nuestra psique que se crea a través de las experiencias con nuestra madre desde la gestación hasta los 7 años.

La madre interior es la madre que vivimos, incluyendo los arquetipos culturales de esa época, lo que en nuestra infancia se consideraba una madre "buena" o "mala" madre; en mi caso, por ejemplo, tengo 35 años así que soy hija de un feminismo que no contemplaba la maternidad, de una lucha por la igualdad en la que defender la función materna era peligroso para los derechos de las mujeres. Tenía muy claro dónde estaba la madre del Patito Feo, conocía el discurso: mamá pata estaba trabajando fuera de su charca para poder defender su valor como trabajadora, porque se puede (y se debe, tenemos que reivindicarlo) ser madre y trabajar fuera de casa; pero también sabía que el patito la necesitaba. 

Descubrir cómo es nuestra madre interior nos permite sanar nuestras heridas y crecer en el camino hacia la autenticidad, nos ayuda a trascender la sombra y así poder maternarnos y maternar.

Estamos en una sociedad punitiva, salirse de la norma es castigado, así que maternar muchas veces pasa por adoctrinar con el objetivo de adiestrar a nuestra cría para que pueda sobrevivir en la sociedad, para que pueda adaptarse a ella y no ser castigada. Eso sitúa a la madre en una encrucijada: ¿materno para que mi hijx manifieste su propio ser a pesar de que ello pueda llevarle a ser excluido, criticado y juzgado, o le enseño a "portarse bien", a pasar desapercibido, a ser adecuado, a ser "buen niñx"? Por otro lado, si escojo la primera opción la sociedad me criticará y corro el riesgo de ser excluida al lado de mi hijo; si escojo la segunda la sociedad me premiará por ser la buena madre de un buen hijo que se porta bien, demasiado tentador para nuestro instinto de supervivencia.

El instinto materno hace que proteja a mi cría y que me enamore de ella, incondicionalmente, por ser quién es más allá de cómo sea. Pero si el peso de la sociedad ahoga el instinto la madre se derrumba, se pierde a sí misma y las heridas de la madre empiezan a herir a su cría, un ojalá no te hubiera tenido invade el territorio emocional de la madre, la cría y la relación.

SANACIÓN DE LA HERIDA MATERNA
UNA EXPERIENCIA PARA SENTIR EL AMOR Y TRANSFORMARNOS

La madre interior es una construcción de nuestra psique que se crea a través de las experiencias con nuestra madre desde la gestación hasta los 7 años.

La madre interior es la madre que vivimos, incluyendo los arquetipos culturales de esa época, lo que en nuestra infancia se consideraba una madre "buena" o "mala" madre.  

Descubrir cómo es nuestra madre interior nos permite sanar nuestras heridas y crecer en el camino hacia la autenticidad, nos ayuda a trascender la sombra y así poder maternarnos y maternar.


El útero y nuestras ancestras
◦ No importa si eres hombre o si ya no tienes útero.
◦ Coloca tus dedos pulgares sobre tu ombligo y une tus dedos índice cerca del pubis. El espacio que queda
entre ambas manos corresponde al útero. Visualiza este espacio lleno de luz. Respira suavemente.
◦ Imagina que inspiras luz blanca (o de tu color preferido) hacia dentro de tu cuerpo y que luego, al
espirar, diriges esa luz hasta tu útero. Sonríe, mientras sientes cómo tu útero se va llenando de esa
radiante y vibrante energía. Cuando sientas que tu útero se encuentra rebosante de luz, visualiza tus
piernas como dos columnas de energía que te conectan por tus pies con el suelo, la Madre Tierra.
Descarga ahora, con cada espiración cualquier tensión, dolor, emoción y energía densa que pudiera
estar atrapada en tu útero. Siente cómo se liberan el dolor, la angustia, la rabia, la tristeza, el
resentimiento y toda otra emoción y sentimiento denso que hayas acumulado a lo largo de tu vida en
este importante centro energético.

Escribe un Micro-relato-recuerdo (ejemplo)
◦ Estoy sentada frente a un espejo, juego con un chal de seda mientras mi madre me peina, me
hace una trenza.
◦ -Mamá, si llevásemos velo yo sería guapísima porque todos se fijarían en mis ojos y son tan
bonitos...
◦ -No creo que fueras de las más guapas, llevas gafas.
◦ Mi chal cae al suelo pero yo sigo mirándome en el espejo, mirando mis ojos, fijamente,
haciendo fuerza.
◦ -Hija, ¿qué estás llorando?
◦ -Es que me aprietas mucho el pelo.

El relato interno de la madre
◦ ¿Qué sucedía en la mente de tu madre en esta situación? Se trata de que puedas conectar con el relato
interior de tu madre en esas vivencias, un relato que nace de la lucha del instinto materno de
protección y amor a la cría contra la fuerza de lo social/cultural.
Ejemplo: ◦ Mi madre podría haber dicho "tienes unos ojos preciosos y no necesitas un velo para parecer guapa
porque ya lo eres" pero no quería que para mi fuera un valor el aspecto físico, ni que idealizara llevar
velo ya que en su cosmovisión es un símbolo de la falta de igualdad y de derechos entre hombres y
mujeres. Pero me atacó creyendo que me protegía.

¿Qué madre(s) viví?
◦ Viví una madre fuertemente conectada al instinto salvaje, que cuando no sabía qué era lo mejor para su cría se preguntaba:
¿qué haría una mamá-loba en esta situación? Una madre que instintivamente, mamíferamente, salvajemente e
inmediatamente sabía qué hacer.
◦ Viví una madre-niña que no tuvo tribu de otras madres que la sostuvieran en su crianza, que la ayudaran desde la escucha, la
mirada, la presencia y el amor sin juicio.
◦ Viví una madre-sola que añoraba el sostén de un compañero, o que a pesar de tenerlo no se permitía confiar en que el otro
la iba a sostener. Una madre sola que se lamentaba o una madre-sola que distanciaba de la emoción con la creencia de que
así iba a poder con todo.
◦ Viví una madre-herida que no me pudo atender por no haber sido atendida.
◦ Viví una madre-rival a quién no podía superar.
◦ Viví una madre-fiscal a quién debía demostrar mí valía siendo digna hija suya.
◦ Viví una madre-derrumbada que me sostuvo hasta un día en que no pudo más y me dejó caer.
◦ Viví una madre-asustada que veía el mundo como un lugar hostil.
◦ Viví una madre-modelo, aparentemente perfecta pero no la que yo necesitaba, no disponible para mí.
◦ Viví una madre-hija que me requería, que me demandaba.

¿Para qué esa madre(s)?
◦ ¿Qué me ofrece haber vivido esa mamá?
◦ ¿Cómo soy a través de haber experimentado esa mamá?
◦ ¿Que dones y virtudes he desarrollado a través de esta mamá y nuestra relación?
◦ ¿Qué aprendizaje me ofrece haber vivido esa mamá?
◦ ¿Qué valoro gracias a ello? ¿Qué me llevo de ello?
◦ ¿Para qué escogería esa mamá y no otra?

Honrar a nuestras madres
◦ Para la sanación de la madre interior es importante hacernos conscientes de las diferentes figuras que
nos han maternado:
◦ -Ancestras.
◦ -Nuestra madre.
◦ -Mujeres que nos han acompañado, ayudado y cuidado en el ámbito personal y profesional.
◦ -Nuestras maestras.
◦ -Referentes.
◦ -Madre Tierra.
◦ -Tu misma, madre de tu vida, de tus hijos y de tus proyectos.



Comentarios

  1. Para el ejercicio 5 puedes escuchar la meditación guiada en Spotify, en mi podcast Canela y almendras.

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