MEDITACIÓN PARA SANAR EL INICIO DE LA LACTANCIA
Siéntate en una silla cómoda, visualiza tu espalda derecha, siente tus pies en contacto con el suelo y cierra tus ojos.
Haz tres respiraciones profundas: toma aire llenando
completamente tus pulmones y exhala lentamente.
Lleva tu consciencia a tu 2do. chakra, justo debajo de tu
ombligo, conecta con el espacio sagrado de tu útero, centro de vida.
Visualiza en tu 2do chakra un cordón en espiral de luz, de
unos 10cm de diámetro.
Toma una respiración profunda, y al exhalar visualiza como
el cordón de luz empieza a prolongarse
hacia el interior de la Tierra, visualiza como viaja hacia el centro de la
Tierra, atravesando las capas terrestres, hasta que llega al centro del planeta
donde se sitúa el núcleo magnético, al centro de gravedad.
Percibes que el cordón de luz ha llegado al núcleo de la
Tierra, su útero de fuego, dónde vibra el cristal sanador de Madre Tierra.
Visualiza ese cristal, percibe su forma, su color, su poder
sanador. Pídele que te ofrezca su energía sagrada y nutriente.
Visualiza esta energía subiendo, muy veloz, por el cordón de
luz, entrando a tu cuerpo por tu 2do. chakra, llenando todas tus células con
una explosión de luz, de amor, de fuerza.
Tu útero se llena de esta luz sagrada, sanadora y le
recuerda su poder de dar vida, sientes el latir del núcleo de fuego de la
Tierra dentro de tu útero, siente tu poder, tu capacidad de sostén, tu
capacidad de transmutación, siente tu fuego.
Desde tu útero la luz del cristal de Madre Tierra se expande
por todo tu cuerpo, sintiendo como te llenas de luz, y centras ahora tu
atención en tus pechos, percibiéndolos llenos de esa luz sanadora. Los sientes
cada vez más llenos de luz, sientes en ellos la energía sagrada y nutriente de
Madre Tierra, siente todo el amor que vibra en su interior.
Visualiza a tu bebé en tus brazos. Siente su calor, su olor.
Visualiza que lo acercas a tu pecho y que suavemente, con los ojos cerrados,
mueve su rostro guiándose por un olor que reconoce de cuando residía en tu
útero, un olor que le es calma, serenidad y consuelo. Y así sus labios llegan a
tu pezón que brinda todo el amor que hay en ti, que le nutre, que le sostiene.
Toma aire lentamente sintiendo como así aún te llenas más de
luz y amor, y exhala lentamente conectándote a todo lo que le entregas,
sintiéndote disponible para él, deteniendo el tiempo.
Eres sagrada, eres fuente de amor y vida, eres sostén,
detienes el tiempo para entregarte, para nutrir, para amar.
Permítete un momento, siente la energía de esta conexión con
tu bebé, siente como él te percibe tal y como eres, siente como percibe y
recibe todo el amor y la serenidad que hay en ti.
Puedes escuchar esta meditación guiada en mi podcast Canela y almendras en Spotify.
ResponderEliminarTambién encontrarás otra meditación guiada para sanar tu propio inicio de la lactancia, cuando fuiste un bebé